viernes, 16 de octubre de 2009

Ni la burla perdonan

Que si me pongo borracho, que si no me acoplo, total, que nadie está agusto si no están criticandolo a uno. Además, ¿qué les importa? Si me pongo borracho es porque YO quiero ponerme borracho; creo que soy mucho más inofensivo que cuando estoy sobrio. Si no me acoplo es porque simplemente no me interesa acoplarme a ciertos grupos "sociales". ¿Es eso un pecado? Yo no le veo el problema.

Total que hoy, en las platicas de los "sabios" de la mesa redonda, salío el comentario (muy fuera de lugar por cierto) al respecto de que uno es un pedote, bla bla bla... Te digo, nomás no perdonan la burla. Pero no vaya uno a decir algo porque se ofenden - la gente es así.

Cuanta regresiva

Hoy empieza la cuenta regresiva para terminar de una vez y por todas, esta sensación de incomodidad; ya no me siento agusto con lo que hago; mi jefe, aunque es una buena persona - algo excéntrico, siento que ya no me ofrece nada; cada cambio que hay en la empresa me dice que no caminamos de manera adecuada y simplemente ya estoy sintiendo que he llegado al techo de lo que me ofrecen aquí. A partir de hoy vamos a hacer ajustes profesionales al respecto.

En fin con eso se demuestra que no soy de aquí ni de allá.

Y de nuevo, ¿y a ellos que les importa?

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